Todas las personas tenemos limitaciones en el desempeño de determinadas funciones profesionales. Las denominadas personas con discapacidad pueden tener alguna en especial pero pueden ser muy diestras en otras habilidades que las hace competentes para desempeñar una función laboral en una empresa. Hoy las empresas que se precien de serlo, en el sentido de valor social, deben acoger a aquellas personas que presentando una limitación pueden tener grandes capacidades para determinadas tareas.
Los Juegos Paralímpicos ponen de manifiesto hasta donde pueden llegar hombres y mujeres con discapacidades físicas, mentales y sensoriales. Es extraordinario apreciar en el atletismo el coraje de los ciegos en las carreras de competición; los nadadores, con serias deficiencias de sus miembros, batiendo récords en el agua; la exhibición de destreza en el baloncesto de sillas de ruedas; la maestría en la nieve de este tipo de personas. Es un exponente de que el hombre puede llegar donde quiera su voluntad y empeño y esto mismo se produce en las empresas.
Una empresa debe ser inclusiva per se y no desaprovechar a personas admirables. Las compañías que han realizado esta integración han experimentado una mejora del clima laboral. Además, han observado una promoción del trabajo en equipo. También, un incremento del compromiso de los trabajadores con la empresa.
Según diversos estudios, los trabajadores con discapacidad aportan experiencias propias que pueden ayudar a transformar una empresa y contribuir a la mejora de productos y servicios. El trabajador con discapacidad suele ser una persona con alta motivación, afán de superación, mayor productividad que la media; elevada responsabilidad y gran interés por mejorar.
Se ha comprobado que la aportación de estas cualidades influye en el resto de la plantilla creando un ambiente de colaboración en el trabajo; de positivas actitudes hacia problemas concretos y eliminación de estereotipos. También se aprecia una reducción del absentismo laboral; la generación de un mayor compromiso por parte de los integrantes de la plantilla y el desarrollo del orgullo de pertenencia.
En el campo económico se ven resultados palpables en la creatividad, en la productividad, en la calidad de los productos y servicios, reducción de costes, fidelización de clientes y, además, el orgullo de las familias, amigos y de todos los stakeholders de la compañía por facilitar el trabajo de estas personas admirables y excelentes.